Mi tío Carlos

Con la ciudad de Nueva York y el Desierto de Sal de Utah como telón de fondo, las imágenes exploran el poder expresivo de los colores primarios —rojo, azul y amarillo— a través de estilos audaces que resaltan tanto en la calma surrealista del paisaje natural como en el dinamismo urbano del evento de moda. El contraste entre los escenarios refuerza el poder simbólico del color, creando una narrativa visual que celebra la forma, el movimiento y la identidad en dos contextos extremos.